El sol eterno y la playa en el lejano oeste.

- junio 24, 2016

La geografía de la reunión se caracteriza por sus escarpados pitones y su encanto natural, pero sobretodo en la gran diferencia que existe de un lado a otro de la isla.

Podríamos definir el oeste como el lugar preferido de todos los nuevos habitantes extranjeros para instalarse, debido a que aquí el sol casi nunca se esconde detrás de las nubes o la temperatura siempre es agradable, sin olvidar que es donde uno se puede bañar en la playa con la sensación de estar en el Mar Caribe sobretodo después de la instalación de redes marinas para impedir los ataques de tiburón. Hay que explicar que desde años, los ataques de estos depredadores marinos han aumentado considerablemente haciendo bajar el turismo en la isla con la interrupción del baño y de muchas actividades acuáticas como el surf, paddle, submarinismo y demás. Las causas de estos ataques siguen siendo un enigma, incluso después de muchas investigaciones científicas sin clarificar.

El culpable en casi la mayoría de los casos fue el llamado tiburón Bulldog o requín bouledogue en francés.

De echo, el primer día que fui a visitar a mis amigos a Saint Leu, me sorprendió la diferencia del oeste respecto a lo que yo estaba acostumbrado a ver en el norte donde vivo, concretamente en Sainte Suzanne. Imaginaros pasar de un lugar donde la mayoría son criollos, indios o africanos y en donde en cada rincón se observan templos tamoules o hindúes a de golpe encontrarte con el típico estereotipo de surfero, blanco y rubio con ojos azules, con la plancha de surf entre los brazos y el aire de vigilante de la playa por todos lados. No digo que no esté mal como lugar para vivir, pero bueno, en mi caso vine a la Reunión para encontrarme con un mestizaje cultural y racial.

El caso es que a cualquiera que decidiera venir a vivir a esta Isla, le recomendaría vivir entre Saint Paul y Saint Pierre si lo que busca es una vida en los trópicos, rodeado de palmeras, sol y playa.