Lyon. Después del sol... la nieve.
Después de 3 años y medio viviendo en una burbuja de felicidad a ritmo de Zouk, sol y alguna que otra langosta, decidí que había llegado el momento de pasar a otra cosa. Aún siendo feliz disfrutando de la vida placentera que me ofrecía el Caribe, echaba de menos la diversidad cultural de vivir en un continente como Europa, la Europa geográfica, ya que no debemos olvidar que Martinique , aunque este perdida en medio del Mar Caribe sigue siendo Francia. La destinación no fue escogida al azar. Meses antes, en una visita a una amiga andaluza en la ciudad de Lyon, descubrí en ella un buen sitio para empezar una nueva aventura personal y profesional. Sus calles antiguas, sus " péniches" , sus bares llenos de gente con aire bohemio y barrios interculturales con una variedad enorme de nacionalidades y culturas me hicieron comprender que la hora había llegado. Así que ahí estaba, en un avión destino a Lyon desde mi ciudad natal Barcelona. Lo primero que hice al llegar, fui